Lo primero que vamos a hacer es determinar el origen etimológico del
término consulta y eso supone que nos percatemos de que se encuentra en
el latín. De manera más exacta podemos establecer que procede de la
palabra consulere, que puede traducirse como “pedir consejo”.
La acción y efecto de consultar se conoce como consulta. El verbo permite referirse a examinar un asunto con una o más personas, buscar datos sobre alguna materia o pedir consejo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario